domingo, 30 de octubre de 2011

¡MIELCITAS!



Si en nuestra infancia existían golosinas paradigmáticas, que funcionaron como marcas de época, sin duda que las mielcitas eran una de ellas (probablemente junto al Naranjú y la Gallinita, que serán nuestros próximos posts).

No solo eran incomparables por la sensación especial que provocaba el comerlas y saborearlas, sino por todo el ritual que implicaban:


  1.    En general se compraban en números pares y en varios sabores. Por ejemplo 4 rojas, 2 amarillas y 2 verdes.
  2.  Si estabas con un amigo se repartían democráticamente, ahora si venía tu hermano/a mayor y te pedía una, le dabas la del color que menos te gustaba.
  3.  A la hora de abrirlas eran un problema: si no tenías la técnica perfecta la mielcita podía terminar esparcida por todo tu rostro, remera propia o ajena, pared, etc.
  4.   Podían comerse de mañana, tarde o noche, total no llenaban ni alimentaban.
  5.     Te dejaban la lengua teñida de diferentes colores, y era muy divertido ver la cara de nuestros padres cuando se la mostrábamos con osadía.
  6.   Si llegabas al cole con una tira entera, seguro que te elegían mejor compañero.
  7.       Por último, pero no en orden de importancia ¿Alguna vez supiste de que sabor eran? Mejor ni preguntar!!!!!

jueves, 20 de octubre de 2011

KREMOKOAS CASERITAS

¿Extrañas la Kremokoa? te ofrecemos una alternativa fácil para hacerla en casa.



 ¡A COCINAR!




Ingredientes 

Galletitas 
375 gs harina 000 
110 gs azúcar 
1/2 cucharadita de sal 
3/4 cucharada de polvo de hornear 
3/8 cucharadita de bicarbonato de sodio 
1/2 cucharada de canela en polvo 
170 gs manteca (mantequilla) 
3 huevos 

Marshmallows
60 ml agua 
60 ml glucosa 
170 gs azúcar 
1 cucharada de gelatina sin sabor 
2 cucharadas de agua 
2 huevos 
2 cucharaditas de esencia de vainilla 

Baño chocolate 
400 gs chocolate cobertura 
6 cucharadas aceite vegetal 
Mermelada de arándanos 


Procedimiento:

Galletitas 
Poner en la procesadora los ingredientes secos, agregar la manteca cortada en cubos recién sacada de la heladera y procesar hasta que se arene. Agregar los huevos de a uno y procesar hasta que se forme un bollo. Llevar a la heladera envuelto en un film por lo menos una hora y como mucho tres días. Estirar entre dos films y cortar en círculos. Llevar a un horno de moderado a fuerte hasta que se doren. Reservar y dejar que se enfríen. 

Marshmallows (relleno esponjoso) 
En una cacerolita poner el agua , la glucosa y el azúcar y llevar hasta punto bolita (112ºC). Humedecer la gelatina con el agua fría y mezclar con el almíbar (que sacamos del fuego)hasta que se disuelva. Batir las claras a nieve y cuando ya estén firmes, seguir batiendo y volcar el almíbar aún tibio al cual le agregamos la esencia de vainilla, siempre batiendo con la batidora eléctrica. Cuando hallamos concluido colocamos la preparación en una manga.

Cobertura 
Llevamos el chocolate a baño María y le agregamos el aceite 

Armado 

Colocar con una cucharadita una pequeña porción de mermelada y luego con la manga hacer un copito del merengue. Dejar orear por 2 horas o más antes de bañar. Esto hace que el marshmallow se ponga más firme. Con la ayuda de un tenedor sostenemos cada galletita y con una cuchara las bañamos , entonces el excedente de chocolate vuelve a caer en el bowl. Luego esperar hasta que el baño se solidifique.

miércoles, 12 de octubre de 2011

¿¿VIVOS??

 Como olvidarlos...aquellos divertidos y placenteros masticables que fueron mutando para sorprendernos. Inicialmente, como su nombre lo indicaba, venían con forma de “Huevos de Dinosaurio”, de todos los sabores y colores tradicionales de un chicle. 

 


Luego salió la versión “Dinovo Frutis”, que reproducía en miniatura la forma y el sabor de frutas como pera, frutilla, limón y naranja.


Por ultimo llegaron los "Dinovo Space”, a nuestro criterio los más originales y divertidos, que eran pequeños platillos voladores que retomaron los clásicos sabores tutti frutti  y estaban rellenos de juguito!  

Estos chicles que venían de a par en un paquete y que te daban ganas de tragarlos por el delicioso sabor que tenían, desaparecieron y jamás los volvimos a encontrar. ¿¿Los habrá extinguido un meteorito como a los dinosaurios??

miércoles, 5 de octubre de 2011

MENTIME. MENTIME QUE ME GUSTA!


Si uno se dirige al kiosco de la esquina y hecha un rápido vistazo a la vitrina de los alfajores, sentirá una extraña sensación al notar que uno de ellos luce prácticamente igual que aquel alfajor SUCHARD, con el cual muchos aún soñamos. Sí sí, es él! Se destaca por un inconfundible envoltorio con forma de espiral, en los tonos de naranja furioso y marrón, que disfraza un delicioso alfajor de tapa dura, relleno de mousse de chocolate y sabor a infancia. Llamamos con ansiedad al kiosquero y le indicamos casi babeando que queremos uno de esos, mientras lo señalamos con el dedo. Al tiempo que el vendedor estira su mano, comenzamos a recordar aquel sabor inigualable, esa sutil amargura que dejaba la mousse entre un bocado y otro, y no podemos esperar para volver a casa y avisarle a nuestros amigos que ÉL HA VUELTO…


Pero la magia dura solo unos instantes. Cual Maradona cuando le cortaron las piernas en el mundial 94, nos sentimos estafados, humillados y decepcionados por la situación. Jamás el nombre de un producto nos produjo tanta indignación: CACHAFAZ.



Pero la historia no termina, porque como dijo alguna vez Louise Hay, “una tragedia puede llegar a ser el mayor de nuestros bienes si nos la tomamos de una manera que nos permita crecer”. Le damos una oportunidad, lo saboreamos, lo sentimos y evaluamos. Si bien sabemos que no es lo mismo y jamás lo será, su gusto nos recuerda aquel único y casi milagroso sabor. 

¡Felicitamos la intención y el esfuerzo de Cachafaz por hacerle honor al mejor alfajor de la historia!