miércoles, 5 de octubre de 2011

MENTIME. MENTIME QUE ME GUSTA!


Si uno se dirige al kiosco de la esquina y hecha un rápido vistazo a la vitrina de los alfajores, sentirá una extraña sensación al notar que uno de ellos luce prácticamente igual que aquel alfajor SUCHARD, con el cual muchos aún soñamos. Sí sí, es él! Se destaca por un inconfundible envoltorio con forma de espiral, en los tonos de naranja furioso y marrón, que disfraza un delicioso alfajor de tapa dura, relleno de mousse de chocolate y sabor a infancia. Llamamos con ansiedad al kiosquero y le indicamos casi babeando que queremos uno de esos, mientras lo señalamos con el dedo. Al tiempo que el vendedor estira su mano, comenzamos a recordar aquel sabor inigualable, esa sutil amargura que dejaba la mousse entre un bocado y otro, y no podemos esperar para volver a casa y avisarle a nuestros amigos que ÉL HA VUELTO…


Pero la magia dura solo unos instantes. Cual Maradona cuando le cortaron las piernas en el mundial 94, nos sentimos estafados, humillados y decepcionados por la situación. Jamás el nombre de un producto nos produjo tanta indignación: CACHAFAZ.



Pero la historia no termina, porque como dijo alguna vez Louise Hay, “una tragedia puede llegar a ser el mayor de nuestros bienes si nos la tomamos de una manera que nos permita crecer”. Le damos una oportunidad, lo saboreamos, lo sentimos y evaluamos. Si bien sabemos que no es lo mismo y jamás lo será, su gusto nos recuerda aquel único y casi milagroso sabor. 

¡Felicitamos la intención y el esfuerzo de Cachafaz por hacerle honor al mejor alfajor de la historia!

1 comentario:

  1. jajajajaj, muy buen descubrimiento, y muy buena la idea de cacafaz, si no tenes presente al viejo alfajor capas q te crees q estas comiendo el mismo q cuando eras chico. Igual, de mas esta decir q no hay comparacion con el unico e inigualable SUCHARD

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